viernes, 13 de junio de 2014

"GUIDO VIGNOLO CASTILLO".

"GUIDO VIGNOLO CASTILLO". EL COLUMNISTA FAMOSO DE "ÚLTIMA HORA". PERIODISTA Y COMPOSITOR.
Guido, Filomena y la tía Esther
"Soldado de a pie".
En esta ocasión se trata de un versátil personaje y que su nombre destacó en una popular columna de espectáculos del diario "Última Hora". No es Guido Monteverde, pero si Guido Vignolo Castillo. De ágil pluma y presente con los personajes populares del espectáculo artístico. Nos ha dado gusto haber tenido un encuentro con él y evocar tiempos pasados. Además, sus fotos, hablan por si solas. La de la izquierda posando con su amada esposa Filomena y la "tía mamá", Doña Esther, vital en su vida y en su formación, porque le obsequió su primera máquina de escribir al futuro periodista. Piensa editar un libro con sus andanzas y al que titulará "Soldado de a pie". Considera que el periodismo tiene parte de lucha y mucho sacrificio. Así lo entiende él. Combatientes para buscar la información.

Al lado de Leonardo Fabio
Con Claudia Cardinale
Se inicio en el diario "Expreso" y como ayudante de Luis Loli Roca. Fue Carlos Sánchez Fernández quien lo invitó a escribir en el importante suplemento de aquellos años y conocido como "Estampa", haciendo entrevistas a Eduardo Ramírez del Villar y a Segisfredo Luza, un psiquiatra que dio mucho que hablar. En "Última Hora", el famoso vespertino que introdujo la "jerga y la replana criolla", es en el que tiene ocasión de codearse con estrellas del cine y del disco, casos como Leonardo Fabio y la actriz Claudia Cardinale con las que aparece en estas fotografías. Un gran lujo.

"Los Rufino" cantando alegres "Triana Morena".
Guido Monteverde, su maestro según propia confesión, lo puso a duras pruebas hasta confiar en él para que firmara sus editoriales.El muchacho Vignolo corrió rápido, porque nació para eso. Siempre atento a la llegada de artistas y con la pluma en la mano para arrancarles entrevistas que se publicaban en primera plana. Con "Los Rufino", artistas que triunfaron en nuestra naciente televisión en el "Hit de la Una", supo ganarse sus simpatías con sus notas promoviéndolos para sus giras por nuestro territorio patrio. Guido Vignolo se ganaba el afecto de todos. Nacionales y extranjeros. Es por eso que lograba estos recuerdos que tienen mucho valor y reflejan su trabajo periodístico en aquel mundo de espectáculos de ayer. Su columna del diario "Última Hora", es evocada con mucha simpatía.

Egoaguirre, Avilés y Cortés: "Los Morochucos".
La columna de Guido Vignolo era muy solicitada por la lectoría que sabía conseguir. Obtenía las primicias para hacer vender a su diario. Era innata esa cualidad y no se aprende en la escuela. Nos ha cedido fotos muy interesantes y no publicadas antes. Recuerdos para él y que nos sirven para detallar su reseña. Gozaba del afecto del gran trío criollo "Los Morochucos" y allí lo tienen entre la cordialidad de Augusto Egoaguirre, Oscar Avilés, la "Primera Guitarra del Perú", recientemente fallecido, y Alejandro Cortés la gran primera voz de "Los Caballeros de la Canción Criolla". Esa ha sido su rutina y vaya una sincera felicitación para él.

Guido y "Rocío Dúrcal".
Entrevista a "Marisol".
Nos cuenta y quiere que destaquemos el suceso. Se casó con Filomena, su amor de toda la vida, en la Iglesia de la Inmaculada de la Colmena un 28 de Diciembre de hace 45 años. Ha logrado como su felicidad cinco hijos que no le creen que tocaron para ellos absolutamente gratis: "Los Destellos", "La Sonora Casino" de Hugo Macedo y "Papo y su Combo Sabroso".  Otra revelación es que Filomena les tenía celos a "Rocío Dúrcal" y a "Marisol", grandes y bellas juveniles estrellas españolas, a las que entrevistó muchas veces durante su carrera de periodista. Todos las recordamos y seguimos admirándolas, porque han dejado películas inolvidables.

Al lado del gran "Raphael".
El célebre "Paul Anka".
Como compositor le grabaron sus temas Lucho Barrios, Ramón Avilés, "Panchito" Jiménez, Gaby Zevallos y "El Grupo Caracol" entre otros. Ganó el Festival Infantil de Yola Polastry en 1980 con "Hip Hip Húrra". "Anamelba" le cantó su bolero "Lo nuestro" y con la vocalista Lastenia Castillo les ganó en un Festival Criollo nada menos que a Manuel Acosta Ojeda y a Luis Abelardo Núñez. Acaba de reeditar un CD con sus mejores canciones y que cierran su agitada vida profesional en sus 45 años de periodista activo. Otro gran secreto de Guido Vignolo es confesar que componía sus canciones entre el ruido de los ómnibus repletos de pasajeros y que hasta ahora no comprende el por qué. Cosas de poeta, periodista y loco, como él lo afirma.

Esperamos que en esta reseña se refleje su recordada vida de reportero y amigo que sabía brindar ayuda a los artistas con espectáculos a los presos de Lurigancho y al Penal de Mujeres en Chorrillos. Loable y meritoria labor que pinta de cuerpo entero su generosa humanidad de buen profesional. Ganó muchos trofeos y estos documentos de "Los Panchos" y la "Sonora Matancera" son una muestra de lo que significó "Guido Vignolo" en el sentimiento de los artistas a los que entrevistó y apoyó en sus presentaciones en nuestra gran Lima. Sin ningún interés de su parte. Pasó con él y ese fue su gran mérito. Además, buen futbolista y campeón al lado de Alfredo Aguirre y otros artistas. Por todo ello, mil felicitaciones. Gracias.

Reportaje: JOSÉ CARLOS SERVÁN MEZA



JARANAS DE AYER Y HOY  CON GUITARRA Y CAJON EN EL DIA DEL CRIOLLISMO

POR : GUIDO VIGNOLO CASTILLO (*)

Cada 31 de Cotubre celebramos el Día de la Canción Criolla, lo que nos recuerda que existe nuestra ciudadano cantar. Se busca integrar a los criollos de todas las épocas, pues han existido y existen señeras figuras de nuestros cantares que han dejado profunda huella. Estilos en la composición e interpretación han hecho del género algo muy bello. No debemos esperar la significativa fecha para sacar pecho y decir que somos criollos.

El 31 de Octubre de 1944 se creo el día de la Canción Criolla gobernaba el presidente Manuel Prado Ugarteche quien firmó la Resolución Suprema el 18 de Octubre de ese año ante la entusiasta iniciativa de don Juan Manuel Carrera del Solar, principal gestor del proyecto y a quien se le debe que por siempre se celebre este día. Con modestia y disculpa del caso ante cualquier error u omisión hablaremos sobre el significado, la influencia que tuvieron y tienen los antiguos y nuevos valores de la composición y la interpretación.
¿Quién fue Felipe Pinglo?

 Un frio 18 de Junio de 1899, a pocos meses de fenecer el siglo veía la primera luz Julio Federico Pinglo Alva, primogénito de Felipe Pinglo y Florinda de Alva quien fallece a los cinco días de nacer el hijo esperado. Nunca hubo acuerdo sobre el día de su nacimiento, pero todos coinciden que fue alumbrado en el 550 de la calle del Prado, actual cuadra 14 del jirón Junín. Cuando fallece la madre de Pinglo, sus tías Gregoria y Ventura se hacen cargo de la crianza. El futuro bardo era de figura frágil, cara alargada, algo bajo y zurdo con la guitarra. Nunca se discutió sus dotes como compositor pero existieron desacuerdos en cuanto a su voz como cantante y poca destreza como guitarrista.
Entre sus defensores figuraba su compadre don Pedro Espinel el Rey de las Polkas quien decía que poseía suave y entonada voz y habilidad en los acordes destacando cuando tocaba el fox trox, fox blues y tangos. Alcides Carreño compañero de mil jaranas lo defendía a capa y espada. Pinglo disimulaba la molestia a la pierna izquierda pese a la cantidad de cafiaspirina que tomaba y jamás sus íntimos, admiradores y otros criollos incluyendo detractores, se atrevían a decirle “el cojo”. Recuerdan los cronistas de entonces que solo una vez cantó para la audiencia radial por las ondas de Radio Internacional del Pasaje Olaya donde conoce la Filomeno Ormeño quien con Costa y Monteverde lo alientan y ayudan a su carrera. Pero no todo era color de rosa ya que el recordado Aurelio Collantes “La Voz de la Tradición”, fue su crítico mas ácido ya que lo definía como mal cantor y pésimo guitarrista. El gran pianista Lucho de la Cuba descargó sus baterías al decirle de todo cuando  lo conoció en una jarana de rompe y raja en una vieja casona que estaba a punto de venirse abajo con jaraneros y todo en la calle Buenos Aires en 1932.

Las Jaranas de Pinglo
El maestro que estudió en el Sancho Dávila y en Guadalupe y que fue secretario privado del general Salmón, asistió a mil esplendorosas jaranas. En esa época se inauguró el Hotel Bolívar y las audiciones del radio Dusa acaparaban sintonía cuando Costa y Monteverde eran amos y señores del  jaranero cantar junto con las famosas hermanas Montenegro. En aquel entonces se escuchaba y bailaba el ¡son…son… son de los diablos son!, se inauguraba Radio Nacional y existía el muelle Aromito en el Callao. Se establecían las famosas fondas limeñas mientras que la calle Maravillas daba paso a los cortejos fúnebres. Habían grandiosas jaranas en el callejón del Pino de la calle Patos y el callejón del Buque donde corrían ríos del famoso pisquito traído en mulas por el “colorado” Antuco”, desde las haciendas de Mala.

Palo Trinador y Cajón
Maravillosas épocas de harto y exquisito bitute, memorables palos trinadores,  abundancia de cajoneros y excelentes voces. Muchas veces se pignoraba el saco, las joyas y recuerdos de familia en algunas de las 50 casas de empeño y se juntaban en extensas caravanas los cantores y chupacañas. Eran como procesiones que a la voz de “entra”, “sale”, “queda” armaban los festejos en La Toma, La Palma, Monserrate, La Torrecilla, La Rivera, El Nuevo Chirimoyo, Malambito, Cinco Esquinas, El Carmen Alto y el infaltable Abajo el Puente. Pinglo era el epicentro de aquellas noches y días de intenso jolgorio criollo. El Maestro dejo este mundo el 13 de Mayo de 1934 legando al cantar ciudadano bellas páginas como El Plebeyo, El Espejo de mi Vida, Sueños de Opio y otras que hasta hoy perduran.

Otros Grandes Bardos
Alberto Condemarin fue otro gran maestro de nuestro cancionero, hijo del trujillano Máximo Condemarin y la limeña Trinidad Vásquez, nació el 08 de abril de 1900 y se estableció con su familia en el barrio de Cinco Esquinas. Formó yunta inseparable con Pinglo, el “Pato” Villalobos, el “Gancho” Arciniegas y otros jóvenes con los que reunían en las Pampas de Barbones sobre rumas de adobes y petates para estrenar nuevos temas. Una noche de Mayo que llovía a cántaros, Condemarin conoce a Hermelinda Blanco, guapa y avispada muchacha de subyugante caminar que vivía en los Naranjos. Estaba en su punto la jarana cuando le alcanza a la buena moza un “caldo criollo” o concentrado de aves,  superior al caldo de gallina mientras la florea con un verso que decía …”que tiene usted niña en el pecho que huele tanto o será  azafrán de romero santo”. Esa noche le compone el vals Hermelinda. Luego enriquece su cancionero con temas que hasta hoy se recuerda.
El maestro Pedro Eduardo Espinel Torres nació el primero de agosto de 1908 en los Naranjos fruto de la unión de Eduardo Espinel antiguo cantor y la limeña Ventura Torres quienes influirían en su formación artística. El padre le enseñó a tocar la vihuela y la madre el piano. Con el tiempo el llamado “Rey de las Polkas” se hizo compadre espiritual de Pinglo legando temas como Murió el Maestro, Campesina, Remembranzas, Ojazos Negros, Sonrisas, BomBom Coronado, El Espósito, Alejandro Villanueva etc.
Otro grande del cancionero fue Pablo Casas Padilla, “El Señor de la Tristeza”, quien nació el 13 de marzo de 1912 en la cuadra 4 del jirón Huari, siendo sus padres Lucio Casas Ramos y Agueda Padilla Mendoza. Tuvo infancia muy pobre, pero rica en amor paternal. Su primer vals Desengaño lo dedicó a una guapa morena que rechazó sus pretensiones amorosas. Conoce a Pinglo en una pisquera y jaranera noche en el callejón San José, de Buenos Aires, Barrios Altos y desde entonces se hacen inseparables.Sus bellas paginas las dedicó a la mujer, como Hilda, Juanita, Anita, Luz, Digna y otras. Si hubiera cobrado lo que su privilegiada mente compuso, no hubiera muerto solo, enfermo, triste y pobre en un humilde lecho del hospital Santo Toribio de Mogrovejo el 17 de enero de 1977.
Inmensa es la lista de tan buenos compositores de antaño como Pedro A. Bocanegra, Carlos A. Saco, Romualdo Alva, Ernesto López Mindreau, Raúl de Veneuil, Alejandro Ayarza “Karamanduka” Benigno Ballón Farfán, Francisco Ballesteros, Julio y Davíd Suárez, Mañuco Covarrubias, Agustín Falla, Juan José Araujo, Víctor Correa Suárez , Polito Bedoya, Laureano Martínez Smart, Nicolás Wetzell, Samuel Herrera, Pedro Arzola, Benigno Máximo Bravo Luciano Huambachano, Manuel Garrido, Luis Dean, Lorenzo Humberto Sotomayor, Felipe Coronel Rueda, Jorge Huirse Eduardo Márquez Talledo y otros grandes.

NUEVA HORNADA

CHABUCA GRANDA. A los citados compositores le siguen otros muy buenos como Chabuca Granda cuyas páginas de hecho y por derecho pertenecen al libro de oro del cancionero peruano. Chabuca Granda nació en Cotabambas en 1920, no tenía voz, pero sí gran sensibilidad para expresar sus canciones. En Victoria Angulo se inspiró para el vals la Flor de la Canela. En Manuel Solari Swayne encontró el Señor Manué, en Aurelio Canchari El D ueño Ausente. Le cantó coplas a don Francisco Graña, mientras que Eduardo Granda y San Bartolomé dieron origen a Fina Estampa. A Javier Heraud le compuso Las flores buenas de Javier, El fusil de poeta. Un bosque armado y Silencio para ser cantado.
A esta notable lista de grandes compositores pertenecen don Rafael Otero López con sus inmortales Odiame, Mis algarrobos y muchas páginas más, Augusto Polo Campos es sin lugar a dudas uno de los grandes de los últimos tiempos. Su corte jaranero en unos temas y poético en otros han dado al cancionero criollo grandes páginas como Cariño malo, Cariñó bonito, Vieja limeña, La jarana de Colón, Ay Raquel, Hombre con H, Contigo Perú, Y se llama Perú, Limeña soy, Tranquilo chino y muchas más. 
También es grato recordar a otros grandes compositores como Serafina Quinteras, Luis Abelardo Nuñez, Manuel Acosta Ojeda, Mario Cavagnaro, Juan Mosto Domecq, Amparo Baluarte, Adrián Flores Alvan, Alicia Maquiña, Adalberto Oré Lara, José Escajadillo, Gina Dean, Félix Pasache, Elsiario Rueda Pinto, Luis Cruz Núñez, Javier Cisneros, Pedro Pacheco, Félix Figueroa Goytizolo  entre otros que dieron lustre al cantar ciudadano.

INTERPRETES.
Entre los varones del antíguo y moderno cantar citamos al Trio Miraflorino formado por Laines, Márquez y Beingolea. El Conjunto Continental de Olivos, los hermanos Soto y Augusto Vásquez, Duo Costa y Monteverde, Cuarteto Pinglo de Samuel Joya, Pérez y Soto, Trio Alianza, Conjunto Santa Rosa, así como los Hermanos Augusto y Elías Ascuez Villanueva, los recordados Hermanos Govea, don Porfirio Vásquez, Manuel Quintana el “Canario Negro”, Duo Costa y Montoverde, Juanito Criado el “Arquero Cantor” y el duo de leyenda Montes y Manrique.
GENERACION DE LOS 50. Excelentes cultores le siguieron a los de antaño como don Oscar Aviles egregia y legendaria figura de nuestro criollismo y patrimonio cultural del Perú que con  Los Morochucos dieron muchos lauros a los peruanos. Los Embajadores Criollos, los hermanos Victor y José Dávalos, Roberto Tello, La limeñita y Ascoy, Luis Abanto Morales, Irma y Oswaldo, Los Trovadores del Norte, Fiesta Criolla, Los romanceros Criollos, Los Morochucos, Los Chamas, Los Cholos, Rafael Matallana, Los Troveros Criollos,
Los Hermanos Zañartu, Lucila Campos, Lucía de la Cruz., Roberto Silva, Panchito Jiménez, Esther Granados, Giomar Antonio, Los Hermanos Aguirre y otras grandes figuras.

Numerosas y muy buenas fueron  las intérpretes del cantar ciudadano como Yolanda Vigil “La Peruana”, Lucy Smith, Estela Alva, Las Trigueñitas, Clara Aguilar, Rosita Passano y otras que brillaron por los años 20 y 30 a las que le siguen intérpretes que también dieron lauros a la canción peruana como María de Jesús Vásquez, nacida en el tradicional barrio de Pachacamilla, hja de Pedro Vásquez Chávez (cajamarquino) y María Vásquez natural de concepción. Fue bautizada en la parroquia de San Sebastián. Era muy joven cuando escuchaba cantar al conjunto Los Criollos integrado por Lucho de la Cuba, Ermesto Echecopar y Luis Aramburú quienes la animaron a cantar. El 18 de julio de 1939 y en mérito a sus indiscutibles cualidades artísticas, en una función realizada en el teatro Apolo calle del Chirimoyo (cuadra 9 del jirón Puno), se le reconoce como Reina de la Canción Criolla, título que hasta hoy ostenta.
Lucha Reyes

Lucila Sarcines Reyes, la recordada Lucha Reyes nació en el Rímac y vivió un tiempo en el Callao, en una modesta finca de la calle Marco Polo, en la mar brava. Su infancia triste careció de elementales necesidades, incluso fue “canillita”. Antes del criollismo incursionó con poco éxito en el género tropical. Surgió a la fama en el programa “El Sentir de los Barrios”. Cuando comenzó a calar en el pueblo, fue bautizada como “La Morena de Oro”. Murió muy joven, en la plenitud de su carrera, de cuando hacía llorar a sus seguidores con valses como “Regresa”, “Tu voz”, “Mi última canción”, “Como una rosa roja” y otros temas.

Eloísa Angulo la Soberana de la Canción Criolla, símbolo de una generación que dignificó al criollismo, fue una de las mejores artistas que tuvo el cantar ciudadano. Desprendida, altiva, generosa y humana, jamás claudicó en falsos conceptos de modernidad. Con sencilla majestad cantaba y encantaba. Llegó a formar el duo “Las Criollitas” con la también inolvidable Margarita Cerdeña.
Alicia Lizárraga, Cecilia Bracamonte, Esther Granados, Teresita Velásquez, Margarita Cerdeña, Rosita Ascoy, Graciela y Noemí Polo Las Criollitas, Eva Ayllón, Maritza Rodríguez y otras grandes han dado prestancia a nuestros cantares alcanzando, el reconocimiento del pueblo que las encumbró colocándolas en un pedestal especial y que las ha tenido, tiene y tendrá como ídolos.
Finalmente diremos que las jaranas de hoy, poco a poco han venido desvirtuando la esencia del criollismo, pero es bueno saber también que muchos y nuevos criollos hacen denodados esfuerzos por recuperar el sitial que siempre ha ocupado el criollismo en general,que era cunda, jaranero, bullicioso y de nunca acabar, pues donde había un cajón, un palo trinador, aguardiente, un buen cantor y chupacaña, daba la impresión que se estaba el cielo y se dice que hasta San Pedro no se pudo contener y que alguna vez estuvo reunido con los bardos de entonces en jaranas de rompe y raja. (* Periodista).


Ahora y siempre un abrazo fraterno a los criollos en general.

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